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domingo, 24 de febrero de 2013


Dios nos da claves para alcanzar y mantener el éxito!

Written by ministrosLIDERAZGO, SERMONES GENERALnov 21, 2012


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El éxito llegará y se quedará si guardas en tu corazón y practicas ciertos principios poderosos. Alcanzar la cima del Everest y mantenerse allí el tiempo suficiente para apreciar la grandeza de Dios es difícil porque debes evitar morir en el camino. Quienes lo han logrado aseguran que una de las claves es mantenerse agachado durante el ascenso para evitar que el viento helado te congele. Eso nos habla de una actitud humilde. Dios quiere bendecirte en lo espiritual y material, así como lo hizo con Su pueblo a quien repartió las tierras y como lo hizo con Jesús que tenía la poderosa unción para levantar a los muertos. Para recibir Sus bendiciones debes demostrar humildad.


Otra clave para mantener el éxito alcanzado es amar a Dios sin importar las circunstancias. La Palabra es clara al decir que todas las cosas ayudan para bien si amamos al Señor (Romanos 8:28). No importa si el momento que pasas es bueno o malo, no importa si piensas que es poco o mucho lo que recibes de Sus manos, demuestra que amas a Dios sobre todas las cosas.

Hay situaciones que se ven desfavorables pero que al final obran para bien. Algo es realmente malo si logra apartarte del amor de Dios y lo utilizas como excusa para obrar como no es debido. Actuar en rebeldía y apartarte del Señor ante una dificultad es lo que realmente te aleja del camino al éxito y es lo peor que puede sucederte. Los problemas nos ayudan a formar carácter, aunque para algunos son instrumento de deformación. Todo depende de cómo lo veas. Para algunos, un despido injusto puede ser motivo para dejar de ser buenos, honrados y responsables, cuando para otros es la oportunidad para pactar con Dios, buscar ser mejores y renovar la fe en Sus promesas.

La Biblia dice: “Resistir al mal y éste huirá de vosotros”. No se refiere solamente al maligno, es decir, resistir la tentación de pecar, sino también se refiere a ser fuertes ante la adversidad porque soportar lo malo, lo desagradable, te forma el carácter para alcanzar lo bueno y tener la humildad de recibirlo con un corazón agradecido. Recuerda que los problemas son externos y tu actitud para afrontarlos es interna. Si amas a Dios sobre todas las cosas, no hay circunstancia negativa que te dañe internamente. ¡Yujuuu!

Ser agradecido por todos los beneficios recibidos del Señor (Salmo 103:1-2) es otra condición para mantener el éxito. A veces parece que escribimos nuestras peticiones y quejas sobre mármol y nuestros agradecimientos sobre la arena del mar donde el mensaje se desvanece. Si la gratitud fuera como las peticiones, saldríamos adelante más rápido. Agradece día y noche porque recibes más de lo que pides. Incluso hay cosas que no pides que tienes y no aprecias. No olvides ninguno de Sus beneficios.

No permitas que tus logros te quiten la humildad y capacidad de agradecer todo lo que has recibido del Señor. Si quieres que Dios continúe levantándote, reconoce que de hecho, ya te ha levantado bastante. Ama a Dios y agradécele todo lo bueno que te ha dado.

Nuestra actitud de servicio es otro elemento importante para mantener el éxito y no debe ser simplemente una apariencia. Obedece y sirve en todo momento, sea evidente para tu jefe o no. No olvides que él, aunque pienses que es un ogro, es el instrumento que Dios usa para bendecirte con trabajo y provisión. “Ponte la pilas” y demuestra que mereces el puesto que tienes. Hay que trabajar para alguien de corazón, demostrando respeto a Dios (Colosenses 3:22- 23).

Obedece si quieres recibir bendición. Para tener y mantener el éxito, antes de dar órdenes, aprende a obedecerlas. Dale gracias al Señor por todo lo que recibes de Su amor. Pídele que te ayude a tener éxito y mantenerlo con la actitud correcta, siendo fiel en todo momento y sirviéndole con un corazón humilde.

Por: Pastor Cash Luna
Cashluna.org

Actitudes correctas para ser bendecidos

Written by ministrosLIDERAZGOene 16, 2013


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Muchas veces sucede que pensamos algo, le damos vueltas en nuestra cabeza pero al final no lo hacemos. Durante un viaje, vi la oportunidad para hacer un negocio y regresé con la idea de implementarlo, investigué, planifiqué y pensé mucho en ello pero nunca actué. Lo fui dejando de lado hasta que un día me recordé de la idea cuando vi que alguien ya la había puesto en práctica. No basta pensar, también hay que hacer.


Hacer las cosas y poner en práctica las promesas que Dios nos ha dado requiere fe. Todos tenemos prometida salud, prosperidad y bendición pero debemos trabajar por alcanzarlas. Si ya renovaste tu pensamiento, si estás convencido de que verás milagros sobrenaturales, entonces ¡hay que hacerlo! Dejamos de obtener porque no actuamos y la culpa es nuestra, no del Señor que ya te dio lo que le pides. Buscamos cualquier escusa y culpables. Decimos que el diablo o el dinero nos limitan, pero es mentira. Nada debe detenerte. La posición del diablo ante los hijos de Dios es debajo del zapato, él no puede impedir lo que el Señor ha mandado. Los recursos y el dinero tampoco son escusa para dejar de hacer. Las cosas materiales no son quienes te dan permiso o te impiden actuar. Haz lo que piensas y sabes que Dios te ordena. Su Palabra es para ejecutarla, no para guardarla o esconderla. Las empresas exitosas son aquellas que tienen buenas ideas, las producen y ejecutan. Un gran invento no funciona si se queda en la cabeza del inventor. Las promesas no sirven si no las creemos para verlas realizadas.

El Pastor Cash es alguien con una fe sobrenatural. Nuestra actual iglesia y la que estamos construyendo son lugares concebidos por fe, ya que no tenemos el dinero pero sí la promesa del Señor de que toda obra en Su nombre será grandiosa. Al recibir esta promesa, el Pastor Cash empezó a actuar de inmediato. Cuando iniciamos la construcción del primer templo donde hoy nos congregamos, yo era el tesorero y estuve presente cuando el pastor le dijo a la dueña del terreno que se lo compraríamos al contado. Yo dudé porque sabía que no teníamos todo el dinero, pero él insistía que Dios le había dicho que así sería. Efectivamente, un par de semanas después, estábamos firmando las escrituras y pagando al contado. Nunca le pedimos permiso al dinero, todo fue concebido por fe para darle gloria a Dios.

Actitud correcta

Convéncete, son nuestras actitudes las que muchas veces nos detienen, no el diablo ni el mundo. Cuando aceptas al Señor, obtienes la vida eterna y entras en un proceso para renovar tus pensamientos y actitudes. Éstas son la forma habitual de actuar de cada persona y se aprenden. Son costumbres, hábitos y formas de reaccionar ante los pensamientos. Son comportamientos que se emplean para llevar a cabo un pensamiento. Una actitud es cómo actuamos y llevamos las promesas del mundo espiritual al terrenal.

Entonces, nuestra actitud debe ser positiva, confiada en que Dios está de nuestro lado. Una actitud negativa hace que las promesas reboten y no se cumplan. Para alcanzar el éxito debemos tener buenos pensamientos y también buenas actitudes que promuevan nuestra buena conducta. Esa es la fórmula correcta para ver realizadas las promesas en nuestra vida.

A los grandes hombres de la Biblia se les conoce por sus actitudes y conductas. Abraham, Elías y Moisés son recordados por su capacidad de pensar y obrar según la Palabra. Abraham no podía tener hijos pero escuchó la promesa, renovó su actitud y pudo gozarse contemplando las estrellas del cielo y creyendo que era posible ser bendecido de esa forma. Dios te ha llamado a hacer cosas imposibles y sobrenaturales, eres hijo del Todopoderoso, no lo dudes más. Todo lo bueno y grande que tengas dentro de tu cabeza está esperando para concretarse en obras. Es tu tarea y obligación hacerlo porque nadie lo hará por ti, no te quedes sentado esperando escuchar ángeles hablándote.

Si a los buenos pensamientos les sumas mala actitud, el resultado es fracaso, por el contrario, buenos pensamientos más buenas actitudes siempre sumarán éxito. Hay muchas actitudes positivas que nos ayudan a lograr lo que deseamos, pero especialmente debemos buscar dos:

Actitud de perdón

Marcos 11:24-25 aconseja: Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá. Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas.

En nuestra oración podemos pedir cualquier cosa. Piensa en todo lo que quieres obtener, tenlo presente cuando te acerques al Señor y antes de pedirlo, recuerda que debes perdonar. Cuando estás frente a Él, recibirá tus peticiones y te dirá: “Yo te puse ese pensamiento, quiero verlo realizado en tu vida, pero primero necesito que vayas y perdones”.

El perdón es una prioridad para el Señor. Es tan importante que envió a Su Hijo Jesucristo para perdonar nuestros pecados. Conozco gente muy noble y humilde que no contamina su corazón con ningún rencor, pero también conozco personas que andan por la vida con la peor actitud, esperando recibir la ofensa para guardarla como un tesoro. Cierta vez, en medio del tránsito, la persona del carro detrás de mí, no me dejaba en paz. Tocaba y tocaba la bocina por más que yo intentaba hacerme a un lado para que me rebasara. A la tercera vez que me quité, esta persona maniobró para quedar junto a mí y bajó su vidrio, en ese momento me preparé para responder cualquier cosa porque ya estaba muy enojado, pero me sorprendí cuando amablemente me dijo: “tiene la llanta pinchada”. Mi actitud no era la correcta, estaba esperando lo malo en vez de ser positivo y esperar lo bueno. Revisa la actitud que tienes ante la vida.

Hay muchas personas que ocupan tiempo valioso en pelearse, pensar en lo que responderán ante las ofensas, lloran, sufren e incluso ayunan por el dolor que sienten, pero hay otros que usamos lo que se llama “aceite de tortuga” para que lo malo nos resbale o nos saque una concha dura que evite las ofensas y el sufrimiento. Es inevitable que nos ofendan pero podemos evitar ser ofendidos. Somos personas sociales que necesitamos trabajar en equipo y relacionarnos con otros que son tan imperfectos como nosotros, pero sentirnos ofendidos no debe impedirnos hacer y actuar bien. Si te ofenden, no esperes a que te pidan perdón de rodillas, por el contrario, perdona incluso antes de que la otra persona descubra que te ofendió. Solamente con una correcta actitud de perdón podrás hacer las cosas y ver las promesas cumplidas.

Lucas 17:3-4 nos pide que perdonemos: Mirad por vosotros mismos. Si tu hermano pecare contra ti, repréndele; y si se arrepintiere, perdónale. Y si siete veces al día pecare contra ti, y siete veces al día volviere a ti, diciendo: Me arrepiento; perdónale.

Perdonar una ofensa siete veces al día es una exageración. Eso significa que esa persona te ofenderá desde que te levantes hasta que te acuestes, pero esa es la medida sobrenatural de perdón que el Señor nos pide porque sabe que de ello depende que avancemos. Es como decirte: “tu actitud de perdón debe adelantarse a las ofensas para que éstas no te limiten y hagan sufrir”. Quien perdona siete veces al día tiene una verdadera actitud de perdón.

Efesios 4:32 nos dice cómo debemos actuar: Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.

Perdona siempre y antes que te lo pidan. No esperes, tú debes adelantarte para no perder tiempo, entonces, cuando la persona se acerque a pedir perdón, tú ya estarás haciendo lo que debes para ser bendecido. La actitud de perdón anticipada es indispensable para poner en práctica los buenos pensamientos que el Señor pone en nuestra mente.

Actitud de obediencia

Aprendemos a ser obediente por las buenas o por las malas. Los niños aprenden a lavarse los dientes porque obedecen a su mamá o porque deben ir al dentista cuando sufren por las caries. La vida es así, el Señor en Su Palabra nos dice qué debemos evitar y no hacer, pero si desobedecemos, afrontamos las consecuencias y problemas. Todo cae por su propio peso y nos damos cuenta que Dios tenía razón.

Para acelerar el proceso de obtener las promesas debes tomar el hábito de obedecer a la primera. Eres un rebelde convencido si necesitas escuchar cinco o seis versículos para que tu mente se abra. Dios quiere que obedezcas a la primera, no después de varios sermones. Mucha gente está a la espera de una señal para obedecer y no se dan cuenta que con las promesas es tiempo de actuar. Lo que Dios prometió para hoy, es para hoy, no para mañana, deja de esperar más confirmaciones y obedece.

Mateo 7:21advierte: No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.

Ser cristiano es suficiente para ser salvo pero para hacer la voluntad de Dios hay que actuar. Sólo de esa forma demostrarás que eres obediente. Renueva tus hábitos, actitudes y costumbres para tener una reacción inmediata al perdón y la obediencia.

1ra. Reyes 3:14 promete: Y si anduvieres en mis caminos, guardando mis estatutos y mis mandamientos, como anduvo David tu padre, yo alargaré tus días.

Luego de un pensamiento, necesitamos tiempo para ejecutarlo. Tenemos una vida que se acaba por más tratamientos de belleza que hagamos. Solamente la sabiduría e inteligencia del que guarda y cumple Sus mandamientos puede añadir largura de días, riquezas y honra a su vida porque demuestra ser multiplicador de lo que recibe. En una empresa se da más tiempo y aprecio a quien ejecuta más de lo que se le pide, no a quien se le pide algo y dice que lo cumplirá pero nunca lo hace. Es como la parábola de los talentos donde vemos que se recompensa al que entregó más de lo que recibió. Quien más trabaja, más recibe. Cuando eres alguien que trabaja y pone por obra, el Señor dice: “a este siervo amado debo alargarle los días porque sí funciona”. Sin obediencia no podemos “hacer” para alcanzar nuestras promesas.

Obrar como hijos de Dios

Mateo 12:50 asegura: Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, y hermana, y madre.

Ser una persona que piensa y actúa tiene muchos beneficios pero el más grande es tener al Señor de nuestro lado. Muchos presumen de tener amigos influyentes y se sienten confiados de esas relaciones porque saben que les darán la mano cuando más lo necesiten, pero nosotros tenemos por amigo fiel al mejor “conecte” que alguien pueda tener. Somos apadrinados por nuestro Padre celestial que nos dirá: “qué necesitas, yo puedo ayudarte para que sigas adelante con tu proyecto y nada te falte”.

Si quieres ser hermano de Jesús e hijo verdadero de Dios debes ganarte Su confianza con tu obediencia y actitud correcta. Para tener la identidad del Señor y sacarle provecho en esta tierra, preséntate delante de Él con un corazón humilde, obediente y capaz de perdonar. Nuestra actitud es importante para Dios que está pendiente de cada detalle de nuestro ser. Demuéstrale que tienes esa actitud correcta para pensar y hacer como Él pide. Si crees con fe y obedeces Su palabra, te garantizo que harás lo que ojos no han visto ni oído han escuchado porque estarás apartado para hacer grandes cosas.

Por: Pastor Raúl Marroquín

Cashluna.org

 

 

miércoles, 20 de febrero de 2013


De las derrotas se aprende

Written by ministrosJOVENESLIDERAZGOago 2, 2011


“Nos vemos atribulados en todo, pero no abatidos; perplejos, pero no desesperados; perseguidos, pero no abandonados; derribados, pero no destruidos”.
2 Corintios 4:8-9 (Nueva Versión Internacional)

No todo en la vida será victoria tras victoria, es necesario también que muchas veces probemos la derrota para darnos cuenta que el sabor de victoria es mejor y más si es al lado de nuestro Dios.

A veces quisiéramos que todo fuera victoria, que todo lo que hagamos siempre nos salga bien y de hecho es uno de nuestros anhelos, pero se nos olvida también que somos humanos imperfectos, que muchas veces tomamos malas decisiones y que cometemos muchos errores lo cual en ocasiones nos llevaran a una derrota temporal.

Pero aun allí en medio de la derrota se puede aprender. En mi vida no todo ha sido color de rosas, ha habido momentos duros, en donde a solas con Dios he llorado viendo que las cosas no salían como yo quería o como yo pensaba que tenían que ser.

He probado el sabor de la derrota al darme cuenta que áreas de mi vida me eran difíciles de superar, la he probado al tomar decisiones que en mi humanidad creía correctas, pero que bajo la voluntad de Dios no lo eran, he probado la derrota viendo como algunos planes que he tenido no salieron como lo esperaba, pero aun en medio de todo eso, siempre Dios me ha enseñado algo, cosas que he aprendido siendo derrotado y que para la próxima, no volveré a caer en el mismo error.

Y es que tenemos que ser optimistas, tenemos que ver las cosas que nos suceden como una experiencia que nos pueden ayudar a no volver a cometer los mismos errores y a ser mejores personas y mejores cristianos.

La vida está llena de victorias, pero también de muchas derrotas, pero depende de cada uno de nosotros reciclar lo bueno de cada derrota y sacarle utilidad. Personalmente siempre he creído que Dios permite que pase por momentos duros y de derrota porque quiere capacitarme para ayudar a otra persona que pasara por lo mismo. Entonces he aprendido a ver mis derrotas como un taller de aprendizaje en donde al final siempre hay algo nuevo y bueno que aprender para llevar una palabra a otra persona que la necesitara.

Querido amigo y amiga, si en estos momentos estas pasando por una derrota temporal, déjame aconsejarte a que saques algo bueno de todo eso, examina todo y recicla lo que consideres que te puede ser útil. Tranquilo, el mundo no se acaba, serán más las victorias que vendrán sobre tu vida, que las derrotas que veras, porque tú eres victorioso en el Señor y a pesar que en este momento estas pasando por esa experiencia difícil, al final TODO te ayudara para bien, porque Dios así lo ha prometido.

No llores mas por esa derrota, aprende a sonreír hasta en tus derrotas porque de ellas algo bueno aprenderás, no te permitas que la tristeza se apodere por completo de tu vida, sino que permite que el GOZO DEL SEÑOR sea tu FORTALEZA.

Los grandes hombres de la Biblia también pasaron por derrotas, Abraham, José, Moisés, David nos lo testificaran en el cielo, pero gracias a que supieron sacar algo bueno de todo eso y no quedarse para siempre derrotados, hoy en día podemos leer y hablar de ellos, porque sus nombre figuran en la lista de los hombres de Dios.

Nosotros también podemos figurar en las listas actualizadas de hombres y mujeres de Dios, no rindiéndonos, levantándonos cuantas veces tropecemos e intentándolo diariamente. La victoria es difícil conseguirla sin que antes tuvieran que haber habido derrotas.

Recicla lo bueno de tus derrotas y de ellas crearas nuevas Victorias.

Escrito por Enrique Monterrosa

Enrique Monterroza es Director de algunos de Ministerios Cristianos Web más visitados por la comunidad cristiana, entre ellos Temas y Devocionales Cristianos y Devocional Diario.com, con varios años en la web Dios ha tenido a bien darle a Enrique el privilegio de obtener la atención de una gran parte de la comunidad cristiana en la web a través de sus escritos diarios. Sus Artículos, Devocionales, Temas, Bosquejos y Predicaciones las puedes encontrar en cientos de sitios web y blogs cristianos. Enrique Monterroza es un Salvadoreño que vive cada día con el único propósito de agradar a Dios y de servir de canal de bendición a millones de lectores alrededor del mundo. Su web personal es: www.enriquemonterroza.com.

 

Tú puedes ser un milagro para otros

Written by ministrosJOVENESSERMONES GENERALjul 17, 2012


Nunca pierdas la oportunidad de hacer el bien a otros para la gloria del Señor.
En nuestra boca hay milagros y debemos hacer que ocurran. Hay dos tipos de cristianos, quienes piensan que Dios hace cosas todos los días por nosotros y quienes piensan que Dios nos creó y ya no hace nada más. Los dos extremos son malos porque debemos creer que Él obra siempre pero también es necesario que hagamos nuestra parte. Debemos comprender que tenemos la capacidad de convertirnos en un milagro para otros.

En todo el mundo hay personas muriendo de hambre, sin ir muy lejos, en nuestro país Guatemala, hay mucha gente pidiendo comida. Hace poco fui a visitar a unos niños que viven en una casa de beneficencia. Me dieron en brazos a uno muy lindo a quien literalmente su madre estaba enterrando vivo porque no tenía nada que darle de comer. Es terrible pero cierto, hay muchas personas que no necesitan oración sino acción y podemos ser un milagro para ellos. Decirse cristiano y no tenderle la mano a una persona que lo necesita sería una vergüenza.

Además, debemos ser personas de acción no solamente en situaciones extremas sino en todo momento. Yo pastoreo jóvenes y muchas personas me llaman pidiéndome que les recomiende a mis ovejas porque son buenos trabajadores que se convierten en milagros dentro de las empresas. Créele a Dios por ser uno de esos empleados que todos quieren porque son buenos y eficientes.

Hay gente que anhela lo que tú tienes. Me ha sucedido que en el gimnasio se me acercan para pedirme consejo por problemas familiares y de todo tipo. A nuestro alrededor hay mucha gente necesitada, atravesando experiencias que nosotros ya vivimos así que podemos darles las respuestas.

Luz del mundo y sal de la tierra

El Salmo 115:16 dice: Los cielos son los cielos de Jehová; y ha dado la tierra a los hijos de los hombres.

Este salmo habla de jurisdicción, es decir que Dios otorgó la tierra para alguien y se quedó con los cielos. Si nos ha dado la tierra, debemos hacer algo por ella, ¿no te parece? Imagina si fueras una persona que constantemente da algo, también recibirías agradecimiento a cada momento. Si multiplicamos esa actitud nos damos cuenta que la tierra sería un lugar lleno de gratitud y de personas felices que dan y también reciben.

Dios nos abre puertas y nuestra actitud generosa también. Ser la solución para los que buscan respuestas es garantía de éxito. Cierta vez me sucedió que fui a visitar a un amigo y el guardián no me permitió entrar al condominio. Por mucho que insistí, me envió a quedarme en el parqueo para visitas. Cuando fui por segunda vez, ya no le rogué sino que le regalé una soda y encantado me dejó entrar. Ahora somos amigos.

Literalmente, dar abre puertas. La gente se siente feliz cuando recibe y dar también llena de satisfacción y alegría, especialmente si lo hacemos en nombre del Señor.

David es un ejemplo de ser milagro para otros. Él fue el único que ofreció solución para la amenaza que enfrentaba el pueblo. Aunque nadie, ni sus hermanos, creían en su capacidad, no se amedrentó y solucionó el problema. Lo mismo debes suceder contigo porque tienes un milagro dentro. Dios vive en ti, demuéstralo. Eres la personificación de Jesús a quien otros no pueden ver.

Moisés fue un milagro de libertad y provisión para un millón y medio de personas. Todo fue sobrenatural, desde convencerlos de que era el enviado del Señor hasta conseguir que se abrieran las aguas del Mar Rojo. Cada uno tenemos “personas milagro” a nuestro alrededor.

Personalmente doy gracias a Dios por mi pastor, el apóstol Cash Luna, porque él ha sido un milagro en mi vida.

Noé fue un milagro desde el momento que decidió fabricar el arca. Pedro también fue un milagro para el cojo que le pedía limosna y le dio lo que tenía, es decir sanación en el nombre del Señor. Al igual que ellos, tú debes manifestarte en la vida de quienes te rodean y necesitan. Deja de menospreciarte y date cuenta que eres respuesta para muchos.

Tienes algo que otros necesitan. Las sobras de unos pueden ser el sustento de otros. Yo quiero reclutarte para que seas un milagro en la vida de otros, empezando por tu familia. Mi esposa, por ejemplo, es un maravilloso milagro por el que no me cansaré de agradecer. Aprende a ser un milagro de padre, madre, hijo, esposo y esposa.

Todos deben pensar en ti con agrado, convencidos de que eres una bendición donde vayas. No te quedes con el milagro del vecino o del compañero de trabajo, da lo que tienes. La gente nos necesita. Jesús decía: “los que están cansados vengan a mí que les haré descansar”. Hay mucha gente cansada que ya no aguanta y nosotros debemos decirles “ven, ven conmigo, te daré la Palabra de Dios”. Eres hijo del Rey, convéncete de ello, Dios está dentro de ti.

Suficiente para obrar milagros

Marcos 6:37 relata: Respondiendo él, les dijo: Dadles vosotros de comer. Ellos le dijeron: ¿Que vayamos y compremos pan por doscientos denarios, y les demos de comer?

Jesús esperaba que después de tres años, Sus discípulos reaccionaran apropiadamente frente al reto de dar de comer a las cinco mil personas que le escuchaban. Él quería que fueran un milagro, pero no lo entendieron. Empezaron a hacer cuentas y se angustiaron.

Juan 6:9 nos cuenta: Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; mas ¿qué es esto para tantos?

Los discípulos se quejaron, mientras un niño se acercó ofreciendo un milagro. El Señor está buscando algo que pueda multiplicar porque sabe que, igual que ese muchacho, nosotros tenemos poco pero es suficiente para obrar milagros en otras personas que luego dirán: “Gracias a Dios”. Nosotros somos responsables de que otros se levanten y le den la gloria al Señor.

Tal vez tú crees que tienes poco, pero Jesús dice que es suficiente. Lo primero que debes hacer para obtener un milagro es buscar aquella necesidad que requiere solución. Tienen trabajo aquellos que han conseguido hacerse indispensables donde laboran. Siempre gana mejor el que soluciona mayores dificultades. Pídele al Señor que ponga en tu camino gente necesitada de ayuda para demostrar todo tu potencial.

Ofrécete como un milagro. No temas dar un consejo porque tu entorno está lleno de gente que anhela ser orientada y tener alguien que les tienda una mano. Tal vez en tu trabajo hay alguien que no sabe cómo salir a delante y si lo ayudas, quizá no irá a la iglesia pero de alguna forma notará que eres una solución y te escuchará.

Jesús fue un milagro para millones de personas y tú debes imitarlo, siendo el camino hacia la esperanza de muchos. Somos guerreros y
debemos pelear de forma inteligente. Nuestra estrategia debe ser vencer el mal con milagros, dándole a otros lo que necesitan de ti, incluso lo que tienes puesto. Yo he regalado incluso mi ropa. Me desprendo de lo que sea con tal de ver un gesto de felicidad y estar más cerca de quienes me necesitan. Amar tiene que ver con la entrega.

Según la Palabra: “hay algunos que retienen más de lo que es debido y vienen a pobreza y algunos que reparten, les es añadido más”. Esta es una ley poderosa que debemos entender y respetar. Nunca retengas nada, busca siempre a quién bendecir con lo que tienes. Me encantan los relojes y todos lo saben. Soy capaz de regalarlos y de la misma forma me los regalan. Siempre busca quien necesite lo que tengas, sin importar si es un abrazo o perdonar una deuda. Todo contará a tu favor y te abrirá puertas. Comparte la unción que recibes y busca ser bendición para alguien. Atrévete a ser un milagro de salvación, libertad, provisión y fe para otros. Sé amable para iniciar una cadena de gratitud que glorifique a nuestro Señor y te haga digno representanta Suyo.

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