Estudios Bíblicos –
¿Qué gano con esto de seguir a Jesús?
Versículo clave: Mateo 19:27 ¡Mira,
nosotros lo hemos dejado todo por seguirte! le reclamó Pedro. ¿Y qué ganamos
con eso?
Marcos 10:28 ¿Qué de nosotros, que lo hemos
dejado todo y te hemos seguido? comenzó a reclamarle Pedro.
Una tarde Jesús estaba enseñando acerca de la relación
entre él y su Padre, pero sus oyentes parecían no entender lo que él les estaba
revelando:
“Ellos no entendieron que les hablaba de su Padre. Por
eso Jesús añadió: Cuando hayan levantado al Hijo del hombre, sabrán ustedes que
yo soy, y que no hago nada por mi propia cuenta, sino que hablo conforme a lo
que el Padre me ha enseñado. El que me envió está conmigo; no me ha dejado
solo, porque siempre hago lo que le agrada. Juan 8:27-29
Cuando Jesús les explicó más claramente el mensaje, el
resultado de estas enseñanzas provocó diferentes reacciones:
“Mientras aún hablaba, muchos creyeron en
él. Al ver a ese grupo
de creyentes les confirmó: “si se mantienen fieles a mis enseñanzas, serán
realmente mis discípulos y conocerán la verdad y la verdad los hará libres”.
Estos nuevos fieles habían dado el primer paso, pero les faltaba el siguiente y
el siguiente. Su caminar en fe recién empezaba, tenían que seguir
adelante. Muchos de nosotros podríamos dar una cátedra acerca del
significado del soterismo (doctrina de salvación), incluso podemos haber guiado
a muchos a conocer el evangelio, no tengo la menor duda que responderás
correctamente a cualquiera que te pregunte acerca del significado de la muerte
de Jesús, sin embargo puedes seguir totalmente ignorante del verdadero valor de
la gracia de Dios.
Lo único que lleva a un hombre a Cristo y lo hace
tener plena comunión con el Padre es tener una verdadera convicción
de pecado. Si empezamos bien, pero olvidamos la razón de ser cristiano, es
decir olvidamos humillarnos y pedir perdón, si olvidamos que la
salvación es por gracia, perderemos el rumbo.
Comencé este devocional con un texto donde se ve a un
Pedro, apóstol de apóstoles, refunfuñando porque sentía que ya era hora de
saber que ganaría por todo lo que había abandonado por seguir al maestro. Y
entonces Jesús, el que lo llamó desde el principio contó una bella parábola, que
he leído tantas veces sin entender, hasta hoy:
Parábola de los
viñadores Mateo 20:1-16
Parábola de los viñadores
1 »Así mismo el reino de los cielos se parece a un
propietario que salió de madrugada a contratar obreros para su viñedo.2 Acordó
darles la paga de un día de trabajo y los envió a su viñedo.3 Cerca de las
nueve de la mañana, salió y vio a otros que estaban desocupados en la plaza.4
Les dijo: “Vayan también ustedes a trabajar en mi viñedo, y les pagaré lo que
sea justo.” 5 Así que fueron. Salió de nuevo a eso del mediodía y a la media
tarde, e hizo lo mismo.6 Alrededor de las cinco de la tarde, salió y encontró a
otros más que estaban sin trabajo. Les preguntó: “¿Por qué han estado aquí
desocupados todo el día?” 7 “Porque nadie nos ha contratado” , contestaron. Él
les dijo: “Vayan también ustedes a trabajar en mi viñedo.” 8 »Al atardecer, el
dueño del viñedo le ordenó a su capataz: “Llama a los obreros y págales su
jornal, comenzando por los últimos contratados hasta llegar a los primeros.” 9
Se presentaron los obreros que habían sido contratados cerca de las cinco de la
tarde, y cada uno recibió la paga de un día.10 Por eso cuando llegaron los que
fueron contratados primero, esperaban que recibirían más. Pero cada uno de
ellos recibió también la paga de un día.11 Al recibirla, comenzaron a murmurar
contra el propietario.12 “Estos que fueron los últimos en ser contratados
trabajaron una sola hora —dijeron—, y usted los ha tratado como a nosotros que
hemos soportado el peso del trabajo y el calor del día.” 13 Pero él le contestó
a uno de ellos: “Amigo, no estoy cometiendo ninguna injusticia contigo. ¿Acaso
no aceptaste trabajar por esa paga?14 Tómala y vete. Quiero darle al último
obrero contratado lo mismo que te di a ti.15 ¿Es que no tengo derecho a hacer
lo que quiera con mi dinero? ¿O te da envidia de que yo sea generoso?” 16 »Así
que los últimos serán primeros, y los primeros, últimos.
Me encanta cómo Jesús contó esta parábola con tantos
detalles para que sus discípulos abran bien los oídos y no se les escape nada
de la enseñanza, pero la actitud del egoísta no le permite ver más allá de sus
intereses, así que no lograron entender nada. Hubieron tres grupos de
convocados, todos a diferentes horas: los que llamó en la madrugada; a los de
las 9 de la mañana, a las 12 del mediodía y a las 5 de la tarde.
Que pena que los que empezaron a trabajar en la
madrugada se hayan molestado tanto con los que trabajaron solo una hora.
¿Porque creen que dieron un espectáculo tan ridículo? Míralos, allí están
mirando como van llegando nuevos empleados a las 9, a las 12, ¡Pero
todavía sigue llamando a las 5!
“Esos ociosos recién vienen a quitarnos el trabajo
pero nosotros tenemos mas derecho, vinimos más temprano, fuimos más
responsables, hemos sido diligentes, hemos cumplido con todo lo que nos
ordenaron, en realidad lo hemos dejado todo por esto, cuando sacrificio, cuanta
entrega le hemos dado…pero un momentito, supongo que recibiremos más que ellos,
obedecimos primero, nos convertimos primero, fuimos mejores que ellos…”
Mientras Jesús contaba esta parábola, Pedro estaba
calladito, recién, solo hace unos minutos antes le había preguntado con
exigencia a Jesús lo mismo: ¿Qué de nosotros que lo hemos dejado todo para
seguirte?
No basta un buen comienzo, también debemos mantener un
buen avance, que bueno que conociste la verdad, pero no es suficiente el primer
conocimiento, se necesita andar en la verdad, sólo ella nos hará libres. No
importa cuánto tiempo de creyente tengas, todos corremos el peligro de volver a
la servidumbre del pecado.
Jesús discernió este pecado en la actitud de Pedro
“Nosotros lo hemos dejado todo por seguirte ¿Qué ganamos con eso?” ¡Que trágico
es que los cristiano sean desdichados y murmuradores en vez de regocijarse en
Cristo Jesús! Han olvidado este gran principio que corre a lo largo
de la vida cristiana de principio a fin, todo lo que hemos recibido es por su
pura gracia.
Los cristianos empezamos muy entusiasmados el caminar
de la vida cristiana, el nuevo nacimiento, el primer amor se vuelve la razón de
la vida hasta que de pronto un viejo y sabio líder de la Iglesia te dice “Ya te
pasará la euforia”, “Tú no sabes lo que quieres, no se puede predicar a todo el
mundo, nosotros tenemos más experiencia que tú”, cuando esto ocurre
el avivamiento que el nuevo creyente estaba emprendiendo se vuelve sombrío,
¿Qué significará que no debemos seguir el ejemplo de los líderes, es que ellos
no son imitadores de Cristo, si ellos no lo son, entonces podré serlo yo?
¿Cuántos son como los obreros que vinieron temprano? en vez de alegrarse por
los obreros nuevos que llegaron a la obra, se ponen displicentes, criticones,
perezosos, aguafiestas y piedras de tropiezo en vez de hermanos mayores en la
fe.
Así como vimos a Pedro quejarse y exigir, nos hemos
vuelto quejosos con los hermanos, quejosos con los pastores, quejosos y
refunfuñadores contra otros pastores e iglesias incluso, quizás hacemos mucho,
pero olvidamos la gracia, reemplazamos todo con competencia y vanidad. Si
quieres ser espiritual ubícate en el lugar correcto, eres un salvado por
gracia, es la misericordia divina la que te ha puesto en este lugar, no por tus
méritos, sino por amor de Dios.
Pero él nos da mayor ayuda con su gracia. Por eso dice
la Escritura: «Dios se opone a los orgullosos, pero da gracia a los humildes.»
Así que sométanse a Dios. Resistan al diablo, y él huirá de ustedes. Santiago
4:5-7
Que su gracia nos cubra a ti y a mi queridos hermanos,
somos lo que somos por él.
Con amor
Martha Vílchez de Bardales
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